En las organizaciones, en las relaciones cotidianas de unos individuos con otros surgen constantemente problemas de índole ético-moral, cuya solución no sólo afecta a la persona que los crea, sino también a otras personas que sufrirán las consecuencias. Algunos de estos problemas son:
1. Abuso de poder: Utilizar el puesto para "pisotear" a unos o para favorecer a otros.
2. Conflicto de intereses: Emitir normas en el trabajo que redunden en su propio beneficio, como lo es participar en un reclutamiento cuando uno de los candidatos es miembro de su propia familia.
3. Nepotismo: Reclutar muchos miembros de una misma familia en una institución.
4. Soborno: Aceptar dádivas u obsequios a cambio de dar un trato especial o favor a alguien como retribución por actos inherentes a sus funciones.
5. Lealtad excesiva: Mentir para encubrir la conducta impropia del supervisor o hacer todo lo que este le diga, aun en contra de sus principios morales.
6. Falta de dedicación y compromiso: Perder el tiempo, hacerse "de la vista larga" y no dar al máximo de su esfuerzo en el trabajo.
7. Abuso de confianza: Tomar materiales de la institución para uso personal o hacer uso indebido de los recursos disponibles de la misma.
8. Encubrimiento: Callar para no denunciar a un traidor, movido por amistad o por temor.
9. Egoísmo: Buscar el bienestar propio en detrimento del beneficio de los demás.
10. Incompetencia: Según el principio de Peter “ttodo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia”. En ese nivel se desempeñará chapuceramente, frustrando a sus compañeros y erosionando la eficiencia de la organización (Peter, 1977).
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miércoles, 3 de julio de 2013
Problemas de Índole Ético-moral
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